Blogia
El Poder Mental de las Malikitas

La voz de la razón

Se acercó a él quitandose el albornoz y se echó encima de la cama. Él, en un estado de trance entre estar dormido y despierto, la acojió en su seno.
Al rato de susurros y sudar, él abrió los ojos por completo. Creyó ver una muchacha rubia, con el pelo largo, hasta la cintura, de ojos azules y grandes observandoles, esvelta, cara alargada y un agujerito en el mentón, pero no, no era Kristen la que estaba con él. Ella, que en cierto modo se le parecía, era castaña, con el pelo un poco mas corto, ojos verdes también grandes era Idoia.
-Fuera, por favor.
Idoia, no le contestó. Se vistió poco y al irse escuchö:
-No, quedate, se que no hablas, que has hecho un voto de silencio a tu Diosa, no importa, solo escuchame por avor. Siento ser tan brusco. Me confundí. Sé que no volveré a ver mas a Kristen. Siento ser así de verdad. Estoy harto de ir de aquí para allá, con mi espada. Sí, puedes cojerla. No, no toques la hoja, peudes cortarte, está muy afilada. Así así mejor. Estoy cansado de ir buscando monstruos, matandolos luchando, pero es mi oficio. Es a lo que me dedico. Antes, mataba a hombres malos que intentaban aprovecharse de doncellas en apuros, pero no servía absolutamente para nada. Las chicas, salían huyendo de mí.
No se porque sigo peleandome. Por Kristen? Tal vez. Sí. Por ella.
Gracias por escucharme.

0 comentarios